Ilusión de Gabriel es jugar en Barcelona

Gabriel, que a causa de una malformación nació sin pies, participa en el FCBCampus que el Barça ha organizado en Río De Janeiro (Brasil).

Xevi Marcé, director de la FCB Escola: "Su pasión es el fútbol y nosotros lo único que hicimos es contribuir a que él pudiera disfrutar y se lo pudiera pasar bien así, jugando al fútbol"


El campus que el FC Barcelona organizó en la ciudad de Río de Janeiro el pasado mes de julio se ha convertido, además de un éxito de participación con más de 90 niños, en una gran oportunidad para un niño brasileño que no tiene pies. Se trata de Gabriel, de once años y apasionado del Barça, que a causa de una malformación desde nacimiento padece esta limitación física que no le impide hacer lo que más le gusta. El FC Barcelona se enteró de este caso y, sin dudarlo, decidió invitarlo a los entrenamientos con el resto de los chicos brasileños. Una iniciativa bien vista por Deco, que visitó a los jugadores del campus, y por el resto de compañeros, que pudieron disfrutar de él durante los días de entrenamiento.

Los valores de los FCB Campus

Xevi Marcé, director de la FCB Escola en Barcelona y también a nivel internacional, asegura: "El campus está hecho para que los niños del mundo conozcan nuestra metodología, la del Barça, la manera de hacer, los valores y lo que enseñamos. Para nosotros es muy importante la felicidad de los niños y, como en el caso de Gabriel, queremos que sean felices haciendo lo que más les gusta. El campus hace más cercano el mundo del Barça a los niños, y eso es muy importante”.

La ilusión de Gabriel, de hecho, es jugar al fútbol y este proyecto del FC Barcelona le dio esta oportunidad. La oportunidad de disfrutar con el resto de compañeros de unos partidos de entrenamiento y de una serie de ejercicios para mejorar la técnica, y siempre con la pelota en primer plano. "Para nosotros la pelota es la protagonista y con ello hacemos que los niños disfruten, porque ellos quieren el balón y nosotros se lo damos", explica Xevi Marcé. El director de la FCB Escola, además, habla del caso de Gabriel: "Su pasión es el fútbol y nosotros lo único que hicimos es contribuir a que él pudiera disfrutar y se lo pudiera pasar bien así, jugando al fútbol”.

A pesar de la malformación que sufre desde pequeño, Gabriel ha demostrado estos días que sus ganas de jugar al fútbol son superiores a esta limitación física. Todos los técnicos y compañeros del campus han podido comprobar, boquiabiertos, su especial habilidad para correr, saltar, chutar, regatear, hacer bicicletas... Gabriel, además, pudo disfrutar con dos amigos suyos también invitados, Joel y Romarinho, este último el hijo de Deco.

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